Esta es una de esas historias que circulan por los bares y recovecos del Rock, muchos dicen que no es real y otros la confirman. Nosotros encontramos evidencia de que sí no era el baterista oficial de Elvis, al menos estuvo presente en algunos conciertos y eventos. Acá desenmarañamos la vida de Bill Lynn.
Guillermo Alfredo Rueda, conocido artísticamente como Bill Lynn, nació en Bogotá y pasó gran parte de su vida en los Estados Unidos, donde su talento como percusionista lo llevó a formar parte de una de las bandas más emblemáticas de la historia de la música. A lo largo de su vida, Rueda se ganó un lugar en el corazón de los amantes del rock, no solo por su habilidad con la batería, sino también por las historias que dejó atrás.
Desde joven, Guillermo mostró una inclinación por la música, un amor que lo llevó a mudarse con su familia a los Estados Unidos, donde rápidamente comenzó a destacarse como un talentoso percusionista. Su gran oportunidad llegó cuando, en la década de 1960, se unió a la banda de Elvis Presley, el famoso Rey del Rock. De ahí en adelante, Bill Lynn sería conocido no solo en los círculos de la música, sino también entre los seguidores más fervientes de Presley, que lo apodaron cariñosamente “Flash”.
Durante años, Bill fue parte de la banda que acompañó a Elvis en sus conciertos y grabaciones, siendo un miembro esencial de la corte del icónico artista hasta su muerte en 1977. La noticia de la muerte de Presley dejó a Bill en shock, quien se encontraba de visita en Colombia en ese momento. A pesar de la tristeza que provocó la pérdida de su amigo y jefe, Rueda continuó su carrera musical en solitario, demostrando que su pasión por la música no se extinguiría.
Sin embargo, la historia de Guillermo no es solo una de fama internacional, sino también una de amor por su país. A lo largo de su vida, Bill mantuvo fuertes lazos con Colombia, incluso regresando al país con frecuencia, donde encontró un espacio para desarrollar sus propios proyectos musicales. Antes de su fallecimiento en 2024, en Villa de Leyva, Boyacá, Rueda había manifestado su deseo de formar un nuevo grupo musical, un proyecto que nunca llegó a concretarse, pero que muestra la pasión que siempre sintió por la música, incluso en sus últimos días.
A través de anécdotas como la de su encuentro con la banda Caja de Pandora en Bogotá, donde causó sensación al tocar una batería nueva e impresionó a todos con su habilidad, Bill Lynn dejó una huella imborrable en los músicos colombianos y en aquellos que conocieron su historia. Su influencia fue más allá de sus años con Elvis Presley; fue parte fundamental en la historia del rock colombiano, y su nombre sigue siendo recordado con cariño.
Hoy en día, su legado perdura en las historias que se cuentan sobre su paso por la música, y aunque su vida fue breve, su impacto sigue vivo. Guillermo Alfredo Rueda fue un hombre que vivió con pasión por la música, un colombiano que marcó un hito en la historia del rock, y cuya memoria sigue viva en el corazón de aquellos que lo conocieron y admiraron.
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